Uno de los deportes que se han extendido mucho a nivel urbano es la escalada. El deporte al aire libre, sin lugar a dudas, ofrece enormes beneficios para nuestra salud. Sin embargo, no siempre es posible viajar a nuestro lugar favorito. Los rocódromos se han convertido en puntos de entrenamientos y también de iniciación para muchos amantes de este deporte. Por ellos, os traemos un breve artículo en el que
La lesión de poleas de los dedos, comúnmente entendido como tendinitis. En un deporte donde las extremidades superiores están en un estrés constante al tener que soportar la totalidad del peso corporal, los dedos, brazos, codos y hombros son las principales extremidades afectadas por esta sobrecarga.
Otra de las lesiones más comunes que los aficionados a la escalada sufren, aunque no tenga una relación directa con la musculatura, son las abrasiones y laceraciones producidas en la piel. Aunque no es una lesión de gravedad, la mayoría de escaladores han tenido algún tipo de abrasión con la cuerda, arnés o las presas del rocódromo, y han tenido que abandonar la práctica de la escalada hasta que la herida se cierra y deja de causar dolor.
Por último, las luxaciones o fracturas, mayoritariamente producidas en los dedos y las muñecas, son lesiones de mayor gravedad, que en la mayoría de los casos necesitan un tiempo de recuperación y un periodo de rehabilitación de aproximadamente un mes antes de que el deportista pueda volver a escalar. Las luxaciones se producen cuando las articulaciones se dislocan de su estructura ósea, es decir cuando el hueso sale de su posición natural, mientras que las fracturas implican una ruptura del hueso.
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